El Museo de Arte Digital Mori Building alberga alrededor de 50 obras de arte, pero ninguna de ellas es tangible. Se encuentra en la isla de Odaiba, en Tokio, y fue creado por el colectivo de arte TeamLab en colaboración con Epson.
El museo está compuesto por instalaciones artísticas digitales que se proyectan en el suelo, el techo y las paredes de cada sala de exhibición. Las imágenes en movimiento interactúan con los espectadores, respondiendo a sus acciones y creando una experiencia interactiva.
Las imágenes son generadas en tiempo real, lo que significa que cada visita es única y personalizada, influenciada por la posición exacta del espectador y la de los demás visitantes. Este museo es completamente digital e inmersivo, incorporando la tecnología de arte digital en 3D desarrollada por el colectivo de artistas internacional TeamLab.
En este museo de 10.000 metros cuadrados, te encuentras inmerso en un paisaje digital en constante cambio. Nunca verás el mismo escenario dos veces, ya que se adapta y se transforma continuamente. Las piezas de arte se entrelazan, tienen movimiento y se personalizan según el individuo.
El paisaje es producido por 520 ordenadores y 470 proyectores distribuidos en salas sin límites ni un recorrido predefinido, ofreciendo una experiencia museística que rompe con todo lo conocido y no deja de sorprender.
Es el Museo de Arte Digital Mori Building, ¿serán así los museos del futuro?
TeamLab es un colectivo de artistas interdisciplinario que incluye a ultratecnólogos, programadores, ingenieros, animadores de imágenes generadas por ordenador, matemáticos, arquitectos y artistas. Han llevado sus innovadoras ideas a museos de todo el mundo, como Nueva York, San Francisco, Helsinki y, por supuesto, Tokio.
Este museo proporciona una experiencia museística incomparable, donde los muros, el techo y el suelo desaparecen para dar vida a obras de arte que reaccionan al contacto de las personas y cambian a lo largo de la visita. Las piezas se mezclan, tienen movimiento y se personalizan según cada individuo.
El paisaje digital en constante cambio es producido por 520 ordenadores y 470 proyectores, creando un sinfín de salas sin límites y sin un recorrido predefinido. Este museo redefine por completo la experiencia museística conocida y no deja de sorprender.
En resumen, el Museo de Arte Digital Mori Building es un ejemplo revolucionario de cómo la tecnología y el arte se fusionan para crear una experiencia única e inmersiva. Este museo digital e interactivo nos muestra un posible vistazo al futuro de los museos, donde la realidad virtual y las instalaciones digitales ofrecen una nueva forma de experimentar y apreciar el arte.
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